La relevancia del
comportamiento agresivo radica en su continuidad y en su comorbilidad, dada su
relación con otros comportamientos problemáticos como el vandalismo, las
adicciones y la deserción escolar (Wilson & Herrnstein, 1985).
Así, los problemas de coerción deben analizarse como conjuntos
de variables vinculadas en configuraciones complejas (Cairns, Bergman, &
Kagan, 1998).
En el medio escolar los procesos coercitivos presentan posibilidades
de consolidación y continuidad, pero también pueden disminuir en tasa y cambiar
en contenido (Cairns & Cairns, 1994; Loeber, DeLamatre, Keenan, &
Zhang, 1998; NICHD, 2004). En diversas escuelas se llega a presentar una menor
cantidad de incidencia de actos agresivos cuando los estilos disciplinarios,
los de enseñanza y las redes de pares fomentan mayor disposición al trabajo
académico y a las relaciones prosociales (Wilson & Herrnstein, 1985).
Un problema en el trabajo de campo, cuando se comparan los
episodios coercitivos con todas las alternativas de comportamiento no
coercitivo, es que tales episodios se emiten a tasas bajas y ello dificulta la
identificación de los niños en riesgo.
No obstante, a pesar de que estos eventos sean de frecuencia
relativa reducida, sus consecuencias son de alta relevancia social y clínica.
Patterson (1974, 1979, 1982) señaló que menos de un cinco por ciento del
comportamiento cotidiano es de tipo coercitivo, por lo que aquellos niños que
exhiben un porcentaje mayor pueden ser identificados confiablemente como niños
en riesgo, evidencia confirmada por diversos estudios (Cairns, 1979; Lambert,
1974; Patterson, 1974, 1979, 1982; Santoyo, Espinosa, & Maciel, 1996).
En estudios longitudinales se ha encontrado que la mayoría de
los escolares exhiben bajos niveles de agresión, siendo pocos los niños que
muestran comportamiento persistente durante la escuela elemental (NICHD, 2004).
No obstante, se hace necesario estudiar en mayor detalle la
estabilidad y/o cambio de los patrones de comportamiento coercitivo para poder
dar cuenta de los mecanismos implicados y las diferentes trayectorias del
desarrollo de tales patrones.
SANTOYO VELASCO, CARLOS, et al. Organización del Comportamiento Coercitivo de Niños de Primaria: Un Enfoque de Síntesis. Revista mexicana de Psicología, 2008, vol. 25, no 1.